Hipermetabolísmo Posquemadura
El abordaje lógico para comprender los
trastornos metabólicos complejos producidos por una quemadura, es el de
vincularlos a un tratamiento nutricional. Dado por sentado, que los objetivos de
la nutrición están estrechamente ligados a los cambios metabólicos, estos
intricados hechos se simplifican, toda vez que se traten juntos. La mejor forma
de comprender los cambios, extremadamente complejos, es el desgloce en conceptos
fundamentales de los problemas metabólicos y del apoyo nutricional y sobre estas
bases, iniciar el tratamiento a la respuesta hipermatabólica del trauma
térmico.
Existen dos anormalidades metabólicas producidas por
cualquier quemadura:
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Primero: Un marcado y persistente aumento de las demandas
energéticas por parte del paciente quemado, iniciadas por la herida quemadura
y por la «respuesta» corporal a los traumas en
general. Esta demanda energética tenaz, es comparable
a trotar continuamente en una correa de ejercicios, por espacio de
semanas o meses (Síndrome de Forrest Gump; en referencia a la película del mismo nombre, no es un síndrome
médico, pero si una excelente analogía al consumo energético de estos
pacientes). La velocidad del trote aumenta según la extensión de
las quemaduras y de otros factores estresantes, tales como: infección, sepsis,
dolor, trastornos emocionales y retardo en el cierre de la herida. El objetivo
nutricional está dirigido a calcular y definir el tipo de
necesidades energéticas en cada etapa de la evolución del paciente y
administrar, en cantidades y mezclas apropiadas, los nutrientes a fin
de satisfacer tales requerimientos calóricos.
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Segundo: Un catabolismo corporal destructivo, cuya suma
vectorial es una rápida y persistente degradación de proteínas corporales.
Como las proteínas son partes fundamentales de la maquinaria metabólica y de
las estructuras corporales, con mayor prominencia las proteínas musculares;
las pérdidas de proteínas deterioran al organismo en estas dos vertientes en
muy corto tiempo. El objetivo nutricional es aportar el ingreso de proteínas y
nutrientes para lograr equilibrar este aumento de demanda y
favorecer síntesis tisular.
La respuesta hipermetabólica al trauma térmico es mayor
que la de cualquier otro tipo de trauma o infección. Una quemadura mayor,
produce una disrupción compleja de la homeostasis hormonal, que induce a un
aumento de la tasa metabólica en reposo y consumo de oxigeno con aumento
también, de pérdida de nitrógeno, lipolisis, flujo de glucosa y pérdida de masa
corporal. La tasa metabólica normal de 35 a 40 Kcal x m² x hora en un
adulto, se eleva a un 50% en quemaduras de 25% de SCQ y se duplica hasta
110% en quemaduras mayores de 40% de SCQ.
La temperatura central se eleva en 1°C a 2°C debido a
reprogramación del centro termostático hipotalámico (temperaturas hasta 38.5°C
se consideran no infecciosas en pacientes quemados hipermetabólicos). Este
estrés postquemadura, se asocia a la degradación severa de grasas y músculo
esquelético, retardo del crecimiento en niños, compromiso inmunológico,
cardiomegalia, lipodistrofía hepática, pobre cicatrización y prolonga la
convalecencia.